Son las 21:15h y empiezo a escribir. Había pensado en desarrollar el tema del apego, relacionado con el último post que he publicado, incluso ayer ya empecé a escribir unas líneas para el post de hoy sobre el futuro y la ciencia ficción. Pero ahora no me apetece escribir sobre ninguno de estos temas.
Hoy es el quinto día de mi reto y quiero descubrir, escribiendo sin pensar, cuáles son mis primeras impresiones. Estoy súper contenta de finalmente haberme lanzado a hacer algo que hace mucho tiempo quería hacer y que me encanta. De hecho, habitualmente escribo, o más bien, “vomito” palabras en mi diario personal, pero la maravilla de escribir algo que puede que alguien lea es que me hace trabajar el cerebro a desarrollar las ideas con un poco más de lógica.
Escritura y creatividad
Julia Cameron en el fantástico libro El camino del artista, “un curso de descubrimiento y rescate de tu propia creatividad”, recomienda escribir en las “páginas matutinas” como uno de los métodos para estimular la creatividad y superar los bloqueos. Coincido con Julia y muchísimas personas más en la idea de que escribir como forma de vaciar la mente de pensamientos ofrece muchos beneficios, y yo diría que es terapéutico. Pero para mí, es aún mejor escribir con el punto de exigencia de saber que alguien lo leerá y con ese toque de presión de que debo escribir diariamente. Bueno, ya acabo de verificar que me gustan los retos. ¡Me inspiran y me llevan a actuar con ilusión!
Mis neuronas se mueven y se conectan entre ellas a quinientos mil por hora durante todo el día, con lo cual, se me ocurren muchísimas ideas, a veces inconexas. Ahora con el reto del blog las enfoco a sacar una pequeña reflexión como un aprendizaje para compartir aquí. ¡Se me ocurren muchas reflexiones para compartir! ¿Y si escribo más de un post al día??? Mmm. No. Otro aprendizaje es el foco.
Centrarnos en lo importante
El día tiene 24h, de las cuales yo trabajo al menos 8h. También como y a veces cocino, y eso requiere como mínimo 2h al día. Intento dormir 8h (intento!). Y también tengo que añadir el desplazamiento al trabajo, casi 1 hora. Ah, y el tiempo de aseo y ponerme “decente” para salir de casa. Bueno, podría decir que me quedan unas 3 horas diarias si todo va rodado y sin ningún contratiempo. Y en esas horas hay que ver a la familia, hacer cosas de la casa, recados, etc. y encontrar un hueco para los hobbies. Y eso sin contar cuando toca hacer horas extras en el trabajo…
¿Cómo gestionar esas horas que quedan?
Los que me conocéis sabéis que tengo muchas aficiones, me encanta hacer muchas cosas y como más diferentes son las unas de las otras más me despejan la mente. Así que intento aprovechar esas horas libres para disfrutar de mis aficiones (en detrimento de algunas obligaciones de casa….) Pero ahora, a base de ir escopeteada a todos sitios, me he dado cuenta de que me toca poner el foco en algo concreto y hacer el difícil ejercicio de priorizar entre la larga lista de cosas que me apasionan.
Gracias al reto de los 30 días he priorizado escribir en el blog. Pero no he quitado nada de lo que hacía antes. Así que el tiempo que ahora dedico a escribir lo saco de dormir y de practicar yoga. ¡Y esos son mis innegociables! Según Patricia Ramírez, tenemos que tener claras las cosas que nos hacen sentir bien y que necesitamos mantener en el día a día, los pequeños placeres cotidianos que nos acercan a la felicidad, y mantener eso incondicionalmente.
Así que tengo que encontrar un equilibro. No puedo estar 30 días sin hacer yoga por las mañanas y durmiendo menos de lo que necesito. Gracias al yoga estoy tranquila y gracias a un buen descanso tengo energía. Ya os contaré cómo me las arreglo 😉
¿Habéis hecho el cálculo de en qué invertís vuestro tiempo?
Si seguís una vida común, puedo decir que estáis 1/3 trabajando y 1/3 durmiendo. ¿Y el resto?
Los padres diréis que con hijos ya no hay horas libres. Es cierto. Cada uno reflexiona desde su experiencia y yo aún dispongo de esas horas. La cuestión es que en vuestro caso esta reflexión es aún más necesaria.
El tiempo es oro y vosotros también os merecéis dedicaros parte de ese tesoro.
PD: tengo sueño, no sé si he hecho faltas o si está bien redactado. Pero hecho está y satisfecha me quedo. 🙂